Quiero pensar que en la vida todo pasa. Quiero volver a vivir toda esa magia la que a veces nos abraza y nos hace sentir bien. Y verás que lo que nace se apaga, que de ser todo eres nada es la maldita verdad.

domingo, 22 de julio de 2012

A veces si, a veces no.


No siempre las cosas salen y ocurren como nosotros queremos. Tenemos que aprender a ganar y a perder.
En mi caso estoy más acostumbrada a derrotas que a victorias pero no por ello pierdo la sonrisa. Si pusiera en una balanza en un lado las victorias y en el otro las derrotas, por más derrotas que tenga, el peso de las victorias es mayor puesto que para mi son más fuertes, más importantes.. marcan más, son más difíciles de olvidar.
Mi última derrota no ha sido hace mucho, dicen que quien no arriesga no gana, pues bien.. yo una vez más arriesgué y esta vez me tocó perder. No es una derrota definitiva pues hasta que no me doy cuenta de que realmente no puedo avanzar más, no puedo hacer más, no paro.. sigo de una forma u otra intentándolo.
Por el contrario y a su vez, no hace tanto que he obtenido una victoria y creerme cuando digo que el peso de esa victoria es innumerablemente de veces mayor que la derrota.. todo el tiempo, la dedicación, las ilusiones, las personas, las ganas, los sueños,... que vienen implicados en ello, es increíblemente grande. Cuando ocurren cosas como esta es cuando realmente te das cuenta de que lo sueños están para cumplirse, que si eres perseverante y luchas por ellos, para cumplirlos y ser Feliz, cuando de verdad te lo propones se vuelve realidad. Quién mejor que yo que estoy a medio mes de vivir uno días mágicos con una personas que llenan de luz mi vida aún en la distancia.
Una vez más.. este sueño tiene que ver con alguien que a través de un programa de televisión conocí y que mediante su voz, su guitarra y su 'Tren de la cordura' caló dentro de mi y arrasó con la fuerza de un fusil todo cuanto conseguí. Gracias a su música me ha enseñado tantas cosas en tan poco tiempo, me ha puesto en el camino a gente que no tenía para nada en mente que estuvieran en mi vida y que dudo que me arrepienta de haberlas conocido. Han sido/son situaciones, detalles, momentos que indirectamente y sin que ella lo sepa me ha regalado que no cambio por nada.
A raíz de esto yo creo que tengo más que razones suficientes para decir que mi Felicidad tiene nombre y apellidos.


Después de esto, solo me queda reflexionar con algo como pudiera ser esto.. No importa el número de victorias, ni de derrotas.. lo que importa es la importancia que tu las des.