Quiero pensar que en la vida todo pasa. Quiero volver a vivir toda esa magia la que a veces nos abraza y nos hace sentir bien. Y verás que lo que nace se apaga, que de ser todo eres nada es la maldita verdad.

martes, 5 de julio de 2011

Amor a primera vista.

Tan pronto como hubieron salido a la espesura de las zarzas, Ellen se detuvo, acercó la cabeza de Tom a la suya y lo besó en la boca.
 - Te quiero -dijo apasionadamente-. Te quise desde el momento en que te vi. Siempre he querido un hombre que fuera fuerte y cariñoso, y estaba segura de que jamás lo encontraría. Luego te vi, te deseé, pero me di cuenta de que amabas a tu mujer. ¡Cómo la envidié, Dios mío! Siento que haya muerto, lo siento de veras, porque veo en tus ojos el dolor y todas las lágrimas que necesitas verter. Me destroza el corazón verte tan triste. Sin embargo, ahora que ella se ha ido te quiero para mí.
   Tom no supo qué decir. Era defícil de creer que una mujer tan hermosa, con tantos recursos y tan segura de sí pudiera haberse enamorado de él a primera vista. Y todavía más difícil saber cómo se sentía él. Ante todo profundamente desolado por la pérdida de Agnes. Ellen tenía razón al decir que tenía acumulado mucho llanto; sentía el peso de las lágrimas en sus ojos. Pero también se sentía consumido de deseo por Ellen, con su cálido y hermoso cuerpo, sus ojos dorados y su apasionada sensualidad. Sen sentía terriblemente culpable de desear con tal intensidad a Ellen cuando sólo hacía unas horas que Agnes estaba en la tumba.
    La miró fijamente y de nuevo los ojos de ella penetraron hasta el fondo de su corazón.
 - No digas nada. No tienes de qué sentirte avergonzado. Sé que la amabas, y estoy segura de que ella también lo sabía. Aún sigues queriéndola..., naturamente que la quieres. Siempre la querrás.
    Ellen le había pedido que no dijera nada, y en cualquier caso nada tenía que decir. Aquella extraordinaria mujer lo tenía desconcertado. Parecía tener una solución para todos sus problemas y saber exactamente qué anidaba en su corazón, lo que hizo que se sintiera mejor, como si ya no tuviera de qué arrepentirse. Suspiró.
- Eso está mejor -le dijo. Le cogío de la mano y juntos se alejaron de la cueva.

No hay comentarios:

Publicar un comentario