Quiero pensar que en la vida todo pasa. Quiero volver a vivir toda esa magia la que a veces nos abraza y nos hace sentir bien. Y verás que lo que nace se apaga, que de ser todo eres nada es la maldita verdad.

miércoles, 8 de junio de 2011

Te quiero en mi vida.

- Hola.
+ Ey, ¡Hola! No te había visto.
- Jaja ya me imagino, ¿qué tal?
+ Pues muy bien, ¿y tú? Hacía tiempo que no nos veíamos.
- Yo también bien, por ahora no me puedo quejar, jaja. Hacía tiempo que no coincidíamos con eso de la facultad y tal...
+ Bueno y ¡que pasa! ¿Qué me cuentas? ¿Cómo te trata la vida?
- Puff.. pues con muchos altibajos de emociones y comeduras de cabeza. Unos días tengo la sensación de querer comerme el mundo y otros.. si por mi fuera desaparecería para siempre, aunque creo y me da la impresión de que me acabo de aclarar las cosas ahora mismo.
 ¿A ti como te van las cosas?
+ ¿A sí? ¿Y eso? Yo también estoy con rayaduras y tal, ya sabes eso del amor es muy malo -suspiró- pero bueno, dejemos lo mío a un lado y cuentame... ¿qué te pasa? ¿por qué estas así?


      Ambos se fueron a un banco cercano y se sentaron a hablar mientras tomaban un refresco. Estaba atardeciendo y había unas vistas hacia el mar preciosas.
Él la cogió de la mano y ella comenzó a ponerse nerviosa.
+ María.. ¿te pasa algo? No sé, puede que me equivoque o que sean cosas mías pero te noto muy nerviosa ahora, además tu mirada te delata. Es más yo diría que estas rara.
- ¿A mí? -dijo María haciendose la sorprendida- que va Diego, yo estoy bien, no me pasa nada -dijo con un tono un tanto irónico.-
+ Pues no lo parece, pero te creeré -Diego le miró a los ojos a María mientras le sonreía y le acariciaba con ternura su suave cara- Entonces... ¿me puedes contar que te pasa y por qué dices que te acabas de aclarar y todas esas cosas, por favor?
- Uff.. se está haciendo un poco tarde, ¿ no creer?


       María buscaba cualquier escusa para marcharse, no quería mostrarle sus sentimientos a Diego por miedo a que él no sintiera lo mismo. María no quería sufrir, ni mucho menos pasarlo mal.
+ Venga María que nos conocemos desde que eramos unos críos, no me vengas ahora con milongas. Yo cada cosa que me pasaba te lo contaba, ¿por qué tu a mi no? ¿me vas a decir que te pasa... conmigo? Me da la extraña sensación de que yo tengo algo que ver con lo que te pasa.


       María se enrojeció, sabía que Diego la conocía demasiado bien como para no darse cuenta de la situación y asintió con la cabeza.
- Vale es verdad, lo admito.. me pasa algo y tu tienes que ver con ello.
       Diego hizo un gesto de satisfacción como queriendo decir que se había salido con la suya.
+ ¿Ves? te lo dije, te conozco demasiado bien como para no darme cuenta de las cosas. Entonces, ¿me puedes decir que pasa?
       María enmudeció y permaneció en silencio durante unos pocos segundos, como meditando si decirle la verdad o contarle cualquier mentira para que no le preguntase más sobre el tema.
+ Pero no me mientas, quiero saber la verdad.
- Esta bien -dijo María con una voz un tanto resentida- espero que todo lo que te voy a decir no te moleste ni te siente mal, no me gustaría que nuestra amistad cambiara ni se echara a perder por lo que te voy a decir.
+ Para nada, no te preocupes. Soy todo oidos, adelante...
- Aver Diego... no sé por donde empezar, ni como decirtelo pero... desde hace un tiempo atrás has despertado algo en mí que no sé como explicarlo. Cada vez que escucho tu voz, veo una foto tuya o tus dedos rozan mi piel siento una sensación que nunca antes había sentido, como si muchas hormigas corretearan por mi tripa. Siento como cosquillas dentro de mí, las típicias mariposas en el estómago.. como cuando te estas enamorando de una persona. Se me dibuja una sonrisa tonta en la cara que no soy capaz de borrar cada vez que pienso en ti. Siento que quiero pasar el resto de mi vida contigo, que quiero que seas el hombre de mi vida, el padre de mis hijos, el abuelo de nuestros nietos. Quiero que seas tu la primera y la última persona que vea al despertarme y al acostarme. Que al abrir los ojos te vea enfrente de mi acariciandome la cara y que me regales un: 'Buenos días princesa' junto con uno de tus besos al despertarme.
Me he dado cuenta de que eres la persona que me hace más Feliz, con la que puedo pasar los mejores y peores momentos de mi vida. Sé que el mundo es un poco menos malo porque existes, ...
+ Shhhh... calla, no digas nada más -Diego le puso su dedo sobre sus labios para que no articulara ni una sola palabra más-


          Poco a poco Diego se fue acercando al restro de María y la beso lentamente. María durante esos segundos sintió mil cosas a la vez dentro de su cuerpo, era la chica más feliz de la tierra.
+ María.. ¿te puedo decir una cosa?
- Buff Diego lo siento, no debí decirte esto, lo siento mucho de verdad yo...
+ Escúchame por favor, déjame hablar tengo que decirte algo -se acercó lentamente hacia el oido de María  y le dijo:- Te quiero, Te quiero en mi vida.

           Una vez dicho eso se fue alejando y la miró a los ojos.
+ Me he dado cuenta de que eres la chica de mis sueños, la que yo buscaba y que todo esto que me has dicho te lo digo yo a ti, y lo siento yo 3 4 5 o 6 veces más fuerte  por ti.


          María no podía creer lo que estaba pasando. Tuvo una sensación de satisfacción como no la había tenido antes. Por una vez había arriesgado y las cosas habían salido bien. - El que no arriesga no gana pensó. -
A raíz de ese momento, de ese día las cosas entre ambos cambiaron. Quedaban para comer, tomar algo, cenar, hacer cosas juntos un día tras otro, un días tras otro. Tal fue así que una noche fría de invierno, a las pocas semanas de estar juntos saliendo y tras unos pequeños baches superados sus cuerpos se fundieron en uno solo y la magia del amor actuó por si sola y dió sus frutos...
                                                                                                                  



No hay comentarios:

Publicar un comentario